El Templo de Abu Simbel, ubicado en la orilla del Nilo en Egipto, es uno de los monumentos más impresionantes del mundo. Está dedicado al dios egipcio Ra-Horakhty, a la diosa Hathor y a Ramsés II. Fue construido en el año 1250 a.C. y es uno de los más grandes y mejor conservados monumentos egipcios.
Origen de la necesidad de trasladar el Templo de Abu Simbel
El Templo de Abu Simbel fue construido con la intención de demostrar la grandeza y el poderío del faraón Ramsés II. Esta intención se vio amenazada cuando Egipto y Sudán se vieron en la necesidad de embalsar el Nilo para obtener electricidad y para prevenir inundaciones. Esta presa provocó que el nivel del agua subiera, lo que amenazaba con cubrir el Templo de Abu Simbel.
La Unesco y el Proyecto de Salvamento
La Unesco, en colaboración con el gobierno egipcio, decidió trasladar el templo a una ubicación más segura. Esto se hizo a través de un proyecto de salvamento de tres años de duración, que comenzó en 1964. Se trató de una de las operaciones de arqueología y conservación más grandes y complicadas jamás realizadas.
Cómo se realizó el traslado
El traslado del templo fue una tarea complicada. Primero, los arquitectos y arqueólogos tuvieron que realizar una completa y detallada documentación del templo para poder recrearlo con exactitud una vez trasladado. Luego, el templo fue desmantelado y se procedió a trasladar cada una de las piezas al nuevo sitio. Esto se llevó a cabo con la ayuda de equipos de ingenieros especializados, que trabajaron con una gran precisión para garantizar que el templo se mantuviera intacto durante el traslado. Una vez en su nueva ubicación, el templo fue reconstruido con los mismos materiales y en la misma posición en la que se encontraba originalmente.
Resultado del traslado
El traslado del templo fue un éxito y el templo es ahora uno de los monumentos más visitados del mundo. Esto ha permitido que el templo se mantenga en su estado original, incluso después de más de 3.000 años de existencia. El templo ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y es una prueba fehaciente de la grandeza de la cultura egipcia.
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¿Cuál fue la razón del traslado de Abu Simbel?
Abu Simbel es una antigua ciudad y templo construido por el faraón Ramsés II en la región de Nubia durante el siglo XIII a. C. Esta maravilla arquitectónica fue trasladada a una nueva ubicación en 1968, con el fin de salvarla de ser inundada por la construcción de la presa de Asuán.
La construcción de la presa de Asuán
En el siglo XX, el gobierno egipcio decidió construir la presa de Asuán para controlar el curso del Nilo. Esta decisión suponía una gran amenaza para Abu Simbel, ya que el área sería inundada y el templo se perdería para siempre. Por esta razón, se decidió trasladar la estructura para salvarla.
El proceso de traslado
El traslado de Abu Simbel fue una tarea monumental. Para ello, se dividió la estructura en 22 secciones, separando el templo del monte en el que estaba construido. Estas secciones se transportaron a una nueva ubicación situada a 65 metros de la antigua. El traslado duró dos años y fue una tarea colosal llevada a cabo por un equipo internacional.
La preservación de la cultura
La preservación de Abu Simbel y su traslado a una nueva ubicación fueron un paso significativo para salvar la cultura egipcia. Los templos representan la vida y el legado de una civilización, y el traslado de Abu Simbel ayudó a preservar la identidad nacional para las generaciones futuras.
¿Cuál fue el proceso para salvar el templo de Abu Simbel?
Introducción
El templo de Abu Simbel es uno de los monumentos más emblemáticos de Egipto, construido por el faraón Ramsés II durante el Imperio Nuevo. Está ubicado en la región del Nilo, en el extremo sur de Egipto, y es considerado uno de los mejores ejemplos de arquitectura y escultura egipcia. El templo estuvo a punto de ser destruido en el siglo XX, pero fue salvado gracias a una gran operación de salvamento.
Antecedentes del proyecto de salvamento
El templo fue descubierto por el arqueólogo francés Jean-François Champollion en 1813, pero no fue hasta el año 1960 que se dio inicio a un proyecto para salvarlo. El proyecto fue iniciado por el gobierno egipcio y el gobierno de la Unión Soviética, que proporcionó los recursos necesarios. El proyecto de salvamento también contó con la ayuda de la UNESCO, que lideró las campañas de recaudación de fondos.
Técnica de elevación
La técnica utilizada para salvar el templo fue la elevación. Esto significa que el templo se levantó de su ubicación original, se dividió en más de 2.000 bloques y se movió más de 200 metros hacia la parte más alta de la colina. Los bloques se movieron con la ayuda de grúas y de un sistema de rieles especialmente diseñados.
El proceso de reconstrucción
Una vez que los bloques fueron trasladados a su nueva ubicación, el templo se reconstruyó con la ayuda de un equipo de expertos arqueólogos, ingenieros y artesanos. Cada bloque fue cuidadosamente colocado en su lugar y se restauró el templo a su antiguo esplendor. El templo fue reabierto al público en 1968, y desde entonces ha sido uno de los principales destinos turísticos de Egipto.
Trasladar el Templo de Abu Simbel fue una decisión necesaria para proteger su legado y preservar su importancia histórica para la humanidad. Esta decisión no fue tomada a la ligera, sino que fue el resultado de un proceso extremadamente complejo y costoso. A pesar de los enormes costos económicos, sociales y ambientales, el traslado fue un éxito, y el Templo de Abu Simbel ha sido devuelto a la vista de todos para admirarlo durante generaciones.